¿Por qué consumir chlorella y espirulina?

Durante miles de años, las plantas y microorganismos del océano y de cuerpos de agua dulce han provisto a la humanidad de comida y sustancias medicinales. Chlorella (Chlorella spp.) y espirulina (Arthrospira platensis) son dos microorganismos acuáticos que han ganado popularidad como suplementos nutricionales siendo promocionados por el gran número de nutrientes que aportan. También son conocidas por su apoyo a la salud, prevención de enfermedades como agentes detoxificantes. Ambos organismos son densos en nutrientes, tienen propiedades limpiadoras y detoxificantes, y prometen dar resultados en estudios de laboratorio por su bioactividad y ensayos clínicos por sus posibles beneficios a las personas.


La chlorella está clasificada como un alga eucariota. Es una planta compleja con una membrana nuclear, cromosomas bien definidos y con estructuras celulares muy bien diferenciadas. La espirulina es clasificada como una procariota, las cuales no poseen un  núcleo rodeado por una membrana al igual que estructuras celulares poco diferenciadas.


La chlorella es popular en Asia, particularmente en Japón donde su producción comercial comenzó en la década de 1950. Hoy más de 30 fábricas en Taiwán y Japón producen productos de chlorella en polvo, tabletas o en forma líquida. Estos productos se encuentran disponibles en Estados Unidos desde 1960 pero sin conseguir la popularidad que en los consumidores asiáticos. Se estima que más de 10 millones de personas consumen chlorella en el mundo. La espirulina crece naturalmente en lagos de alrededor del mundo. La espirulina salvaje fue utilizada como alimento por los aztecas y actualmente está siendo utilizada como fuente de comida en Chad.


La chlorella contiene desde vitaminas y minerales hasta aminoacidos, peptidos, proteinas, vitaminas, azúcares y ácidos nucleicos. La espirulina tiene 62% de contenido de aminoácidos, carotenoides mixtos y fitopigmentos, una alta concentración de vitamina B12, polisacáridos inmunoreguladores y abundantes cantidades de ácido linoleico.


En un estudio, al alimentar ratas intoxicadas con chlorella, estas disminuían el tiempo de vida de las toxinas de 40 a 19 días. Esto se debe a la propiedad de esta alga de atrapar metales pesados y otros agentes tóxicos en las membranas que posee. En otro estudio, ratas con cáncer fueron alimentadas con esta alga y notaron mejoras en su sistema inmune con una mayor esperanza de vida.


Sin duda el valor nutricional de la chlorella y de la espirulina son muy altos, ya que son capaces de aportar un gran número de nutrientes a nuestro organismo mientras que lo ayudan a mejorar. Ambos suplementos pueden ser fácilmente agregados a tus alimentos o bebidas y así comenzar a disfrutar sus beneficios.


  1. Russ, 2001.

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